Hemos vuelto a La Roda, Festival de los Sentidos - ¡check! Sabor agridulce pero el corazón contento.
Este festival es uno de cabecera para nosotros, vamos los amigos juntos y es como el pistoletazo de salida para el verano, los conciertos y las noches en tirantes. Pero el Festival de los Sentidos era algo más, he recomendado hasta la saciedad que un año lo probéis, por el tamaño tan cómodo, por cercanía, por la gente y por la comida, LA COMIDA. ¿Dónde estaba este año la comida?
Estamos acostumbrados a comer “cualquier cosa” cuando estamos de festivales, hamburguesas, pizzas, porquerías varías, pero en Los Sentidos no era así, había un concurso de tapas y bocadillos que elevaba la comida de festivaleo a un nivel increíble. Por temas que desconocemos este año no había los típicos puestos que ponían los bares y restaurantes del pueblo para ofrecer sus creaciones, solo había una triste barra con unas tapas que distaban mucho de las de otros años, en fin, la pela es la pela.
Resultado del tema: en lugar de comer dentro salimos fuera, con lo que te puedes perder conciertos porque donde fueras a comer algo eran bares saturados de personas del festival. Y, por supuesto, nos hemos gastado mucho menos dinerito, porque antes parte de la gracia era probar tapas entre concierto y concierto y este año a dieta.
Pero todo no es malo, los amigos, el recinto, la gente, la música… ¡Eso no falló! Pero un tirón de orejas hay que darle a quién corresponda porque quitarle lo que lo diferencia de los tropecientos festivales de España no es de recibo. De momento es la primera vez que nos planteamos no asistir el año que viene, y me duele decirlo, pero es la realidad. Ojalá vuelvan las tapas y recupere su Magia.
Cosas para picar
La Canción de la Semana
El Verano del Incendio | Luis Brea | Luis Brea y el Miedo
Era un jueves asqueroso
Lo metimos en un cajón
Tú ideaste algo salvaje
Yo no te sé decir que no
Carretera de Valancia
Una buena Solución
Festivales nacionales
El calor de garrafón
La Compra Innecesaria
Cuando compré la riñonera de los festivales, sí LA riñonera, porque solo la uso para eso, me sentía un poco culpable, teniendo un armario lleno de bolsos como no habría uno que no se adaptara a un festival. Pues no lo había.
He ido de festival con muchos tipos de bolsos y año tras año aprendía una cosa nueva necesaria que le faltaba a esos bolsos y cambiaba de modelo. Tras darle muchas vueltas vi claro que una riñonera era lo que necesitaba, pero un una cualquiera, una con todo esto:
Impermeable: que ya tú sabes lo que pasa en los festivales.
Con varios bolsillos para guardar según valor e importancia tus pertenencias.
Con un bolsillo en la parte trasera para guardar el teléfono, que es el bien más preciado
y carísimoque paseamos por el festival.Blandita y manejable porque a fin de cuentas la gracia es ponértela cruzadita cerca del pecho y que eso te de seguridad de que va lejos de manos ajenas.
Lavable en lavadora, un festival pasa factura, a tu bolso también, si la puedes lavar y dejarla como nueva tras cada
guerrafestival mejor que mejor.
Realmente esta fue una verdadera compra innecesaria-necesaria que ha merecido la pena 100%. Y en cuanto a diseño, mientras que sea impermeable, que sea cómo más te guste.
El Placer Culpable
De compartir nuestra “buena vida”, lo malo ya me lo quedo para mí.
Desde que compartimos cada paso que damos en redes siempre está el típico listillo, o listilla que lo mismo me da, que te manda un privado y te dice “¡cómo vivimos, eh!”, les falta un golpecete en el hombro para que sea momento cuñao’ total.
Yo no sé para qué compartís vosotros fotos o vídeos personales en redes, pero yo lo hago para tener un repositorio donde revivir mis mejores momentos, no quiero dar envidia, ni parecer más divertida o molona que nadie, para nada.
Pero siempre hay alguien que viene a decirte la parida que te hace sentir un poco “culpable” por pasártelo bien, por disfrutar de la vida, por reírte hasta llorar… ¡Mira qué les peten! Y como decíamos de pequeños: “si te pica, te rascas”.
La Foto que no subiré a redes
Y fin. Así termina una después de un fin de semana de festival, te quitas la pulsera y te vuelves un guiñapo.
Mis vacaciones suelen ser a mitad/finales de septiembre, por eso estas escapadas son mini-vacaciones que vamos haciendo durante el verano para sobrevivir a este infiermo. Ya os digo yo que descansar no descansamos, pero nos lo pasamos tan bien que bien merece una foto a traición mientras se te cae la baba en el sofá.
Confío plenamente en que volverán a su esencia y podrás disfrutarlo con tu peque, ya verás.
Tuve una época en la que fui a bastantes festivales y mi primero fue el Festival de los Sentidos, recuerdo que una de mis cosas favoritas de este en comparación con el resto fueron las tapas y, sobre todo, la posibilidad de tomarlas mientras seguías viendo el concierto que hubiera en ese momento. Así que me da mucha penica lo que cuentas porque mi intención era ir algún año de estos con mi peque. Un abrazote.