Ahora sí que sí, comienza mi nuevo año. Sé que hay dos tipos de personas, las que empiezan el año en enero y las que lo empiezan en septiembre, por diferentes motivos el mío empieza en octubre, la Feria de Albacete y las vacaciones tardías alargan mi verano un mes más. Y ya es hora de volver a la realidad.
De cara a este nuevo curso, como todo hijo de bien, tengo varios propósitos de los cuales me había alejado en los últimos meses. Llegó agosto y yo estaba ya con la motivación y las ganas de vivir en el dedo gordo del pie, y pasé de esforzarme, pasé de mi misma, pasé de todo. Me dejé hacer, pasó por encima de mí el final del verano y me arrastró hasta dejarme hecha unos zorros.
Me he mirado desde fuera en este último mes y he dicho: hasta aquí.
Me voy a arreglar y a maquillar todos los días. Verme estupenda por fuera me hace sentirme más fuerte por dentro.
Solo me pondré ropa que me siente asquerosamente bien. Todo lo demás se va de mi armario.
Voy a ponerme en valor profesionalmente, porque sí, soy una profesional. Tengo que creérmelo un poco más.
Voy a compararme menos. El tiempo que dedico a compararme con otros, otras, otres, es completamente tiempo perdido.
Y voy a volver a mi esencia, sin miedo al qué dirán, sin miedo a equivocarme. Cuando he hecho las cosas desde las tripas siempre me han salido bien.
Y así, empezando por lo frívolo para llegar a lo más formal voy a poner orden en mi mente y en mi agenda, es necesario para empezar de cero.
Feliz año nuevo, queridos.
Cosas para picar
La Canción de la Semana
Aunque estemos muertos | Coque Malla
Resucitar no puedo,
Pero puedo inventarme una vida entera por ti.
La Compra Innecesaria
Los places frívolos me dan la vida, ya lo sabéis, uno de ellos es llevar las uñas de señora de bien, de señora con lavavajillas y tiempo para quitarse las cutículas. No soy ni lo uno, ni lo otro. Friego a mano y odio hacerle la manicura, pero me da igual, me da la vida verme las manos bonitas y con las uñas de un rojo intenso.
Hace tiempo encontré el rojo perfecto (Lady in red), a las manos blanco pescadilla nos queda de lujo, y como yo soy muy de “amar es compartir” os lo dejo por aquí, que si también estáis en proceso de mimaros más por fuera, y por dentro, este dura intacto, si lo acompañas del top coat, casi una semana. De nada.
El Placer Culpable
Soy una consumidora de podcast a nivel enfermizo, sí soy. Entended que los que trabajamos solos el silencio se nos echa encima a todas horas, por eso tengo que llenarlo con algo. La música me flipa, y escucho mucha, pero no es lo mismo, no.
Los podcast es como si fueran personas que están conmigo, que me acompañan y que me cuentan sus movidas, como un compañero de trabajo pero mejor, mejor en el sentido de que si me canso de él lo apago y listo. Un compañero de curro pesao’ no hay dios que lo apague.
Os podría recomendar decenas, pero os quiero recomendar un con el que me río, pero de eso que te ríes con ganas, lo disfruto de verdad (al menos de momento, que también soy muy veleta) es La Ruina. Y no os voy a dar más datos, dale un play y me contáis.
La Foto que no subiré a redes
Recién llegados a Calpe, la felicidad de siete días por delante sin wifi se nos nota en la cara.
Bienvenida, Ana. Yo empecé el año en septiembre y hago mío ese listado de mandamientos para el nuevo año que te has currado, porque creo que tendríamos que aplicárnoslo todas. Soy también súper fan de La Ruina. Un abrazote.