Hay una cosa que echo verdaderamente de menos del verano, sí, yo echando de menos un momento del verano. No sé si tienes pueblo ¿lo tienes? Sí es así seguro que conoces la merienda-cena, esa comida que se prepara a una hora demasiado tardía para ser merienda y demasiado pronto para ser cena.
El sol ya está bajito y tú vienes directa de la piscina a casa, mientras te aplicas afersun Ecran las tripas te rugen después del esfuerzo que lleva realizar 254 bombas y otras tantas aguadillas y, para más inri, en toda la calle ya huele a cena, mejor dicho a merienda-cena. Por las ventanas y los patios se cuelan notas de tortilla francesa con atún, lomo con tomate, sardinas a la plancha, pimientos de padrón, jamón plancha… Parece que puedo olerlo de nuevo.
Todas las noches de verano mi juego favorito era adivinar los olores que desprendían las cocinas vecinas, qué mágico ese momento. Ahora ya no huele a cena, en la ciudad no se aprecian esos deliciosos matices de grasilla palpitando en las sartenes de las vecinas de La Yaya.
Si en tu ciudad, barrio o dónde quiera que estés, todavía huele cada noche a cena aprovecha ese momento para cerrar los ojos e imaginar qué preparan tu vecinos, hazlo como ejercicio de relajación, pocas meditaciones reconfortan tanto como regalarte esos dos segundos imaginando un filete de lomo bien doradito.
Cosas para picar
La Canción de la Semana
Bailando | Astrud | Mi Fracaso Personal
Sí señor, efectos especiales
Ye, ye, ye
Sí señor, la preparación
Ye, ye, ye
Tú y yo a la fiesta
La Compra Innecesaria
He olvidado las veces que he comprado este perfume, se lanzó al mercado en 2001 y desde entonces es mi verano. Pasé algunas temporadas en las que no podía soportar ir por la calle y que todo lo mundo lo llevara puesto, ahora es menos frecuente coincidir con alguien que lo lleve. Siempre tengo uno en el baño, todo el año, pero cuando cobra todo el protagonismo es verano. 22 años usando lo mismo, lo que yo te diga, cuando me aferro a algo no lo suelto.
El Placer Culpable
¿Cómo está esto de bueno¿ ¡Pues eso! Droga.
Siempre en mi nevera, verano tras verano.
La Foto que no subiré a redes
El fin de semana pasado hemos celebrado los 50 años de casados de mis suegros, ¿te imaginas todo ese tiempo al lado de una persona? No te voy a mentir, yo sí. El tema que a día de hoy nos encontramos mucho más tarde que antaño, que lo mismo eso tampoco será malo del todo, es diferente. Quizás los 25 de ahora puedan computar por los 50 antes.
Fíjate qué curiosa es la vida, 22 años no se me han hecho largos al lado de un perfume, ni oliendo tortillas francesas de mis vecinas, pero pensar en compartir todo eso con una persona me parece todo un reto y un logro.